by asjuva
Tras ampliarse la edad legal de jubilación a los 67 años, también se endurecieron las condiciones de acceso a la prejubilación que hacen que la jubilación anticipada sea más cara para el ciudadano y difícil de conseguir desde abril de 2013
Los últimos cambios realizados en 2013 en el sistema de pensiones español han afectado a las jubilaciones anticipadas. En este caso el objetivo fue acotar el acceso a la jubilación anticipada con medidas muy restrictivas que hacen más difícil el hecho de prejubilarse antes de la edad legal establecida (de los 65 a los 67 años, dependiendo del ejercicio en el que nos encontremos).
Una vez más, han sido los mayores de 50 quienes sufren las consecuencias más inmediatas de este cambio en las reglas del juego. Y es que, con la reforma de la jubilación anticipada se ven afectados quienes se prejubilen después de la aplicación de la nueva ley, y también afecta a aquellos prejubilados que ya estén inmersos en planes de reestructuración de sus empresas. Hasta el año 2012, podían acogerse a la jubilación anticipada todos aquellos trabajadores de 61 años que hubieran cotizado un mínimo de 30 años. Ya se modificaron estas condiciones, pudiendo prejubilarse solo aquellos trabajadores de 63 años con 33 años cotizados (o ciudadanos de 61 años que se hubieran visto afectados en un proceso de despedido objetivo). Pues bien, con la reforma de las jubilaciones anticipadas desde 2013 la edad para acceder a la prejubilación está en torno a los 64 ó 65 años y se amplía el número de años cotizados requeridos.
Además de la obligatoriedad de esperar más tiempo para poder acogerse a la jubilación anticipada, aquellos que lo hagan de forma voluntaria sufrirán una mayor penalización económica. Y es que el porcentaje que un trabajador pierde por cada trimestres que adelanta su acceso a la situación de jubilación se elevará en torno al 8% anual (o, incluso, podría alcanzar el 10 %).
