Rabia e impotencia entre los evacuados por el incendio de Las Hurdes y Sierra de Gata

Rabia e impotencia entre los evacuados por el incendio de Las Hurdes y Sierra de Gata

20/05/2023

Los vecinos de Cadalso, Robledillo de Gata, Descargamaría y Ovejuela que fueron desalojados por el incendio que comenzó la noche del pasado miércoles en la comarca cacereña de Las Hurdes han pasado su segunda noche fuera de sus casas y a pesar de la «rabia» y la «impotencia» que sienten, se muestran «esperanzados» de poder regresar este sábado a sus pueblos.
Los vecinos de Cadalso, Robledillo de Gata, Descargamaría y Ovejuela que fueron desalojados por el incendio que comenzó la noche del pasado miércoles en la comarca cacereña de Las Hurdes han pasado su segunda noche fuera de sus casas y a pesar de la «rabia» y la «impotencia» que sienten, se muestran «esperanzados» de poder regresar este sábado a sus pueblos.El pabellón Adolfo Suárez de Moraleja (Cáceres) se ha convertido en el principal punto de acogida de los evacuados, en total, más de 700 personas a los que la cercanía de las llamas les echó de su casa y sus pueblos en plena madrugada.En estas instalaciones han dormido anoche unas cien personas, porque gran parte de los 231 evacuados que llegaron la primera jornada «han decidido trasladarse a casa de familiares o amigos», según ha explicado a Efe el alcalde de Moraleja, Julio César Herrero.»Sobre todo, nos preguntan si sabemos qué va a pasar hoy y si podrán volver a sus casas, y es que el cansancio entre los evacuados se empieza a notar», ha apuntado.Emi Martín es vecina de Descargamaría y ha relatado que la noche del jueves lo pasaron «fatal, porque ya cuando nos acostamos se veía el fuego en toda la montaña y nos fuimos a dormir con un miedo terrible».La evacuación también fue un momento de nervios ya que, ha apuntado, no sabíamos qué coger ni por donde tirar, pero bueno luego nos han tratado por aquí muy bien y, además, tenemos la esperanza de que se va controlando el fuego y a ver si es posible que nos manden para dormir hoy y poder ver qué nos encontramos allí».Emi ha puesto de manifiesto que ante estas situaciones y el hecho de que el fuego haya sido intencionado «se siente mucha impotencia y mucha rabia y te gustaría coger a esas personas que no sé qué ganan haciendo esto».Por su parte, Miguel Ángel Acosta, que es operario del Ayuntamiento de Descargamaría y vecino del pueblo, recuerda la noche del desalojo como «bastante jodida».»Nos avisaron sobre las 3:30 horas la Guardia Civil y nos dijeron que nos teníamos que ir del pueblo, aunque yo me quedé para ayudar a un vecino que tiene problemas de movilidad y poder para bajarlo al punto de encuentro», ha detallado.Tras agradecer el trato que han recibido en Moraleja, se ha mostrado muy enojado por la intencionalidad del incendio.»Si coges a esa persona no sabemos que haríamos con ella, porque hemos pasado mucho miedo, por nosotros y por los animales que tenemos allí y, además, con todo lo que viene ahora, porque no sabemos qué nos vamos a encontrar cuando lleguemos, y estamos hablando de nuestra vida y nuestra casa», ha subrayado.Asimismo, Hilario Acosta, de Cadalso, ha afirmado, muy emocionado, que la noche del desalojo «todo fueron miedos y nervios pero sobre todo cuando salimos del pueblo y llegamos a la carretera, porque vimos el fuego tan grande y casi me da un ataque».