El reggae siciliano de Alborosie mece y levanta al público del Pirineos Sur
29/07/2023Inés Escario
Inés Escario Mecido y con las manos alzadas. Así ha terminado el público que se ha acercado este viernes al escenario natural de Lanuza del festival Pirineos Sur a ver al siciliano Alborosie, acompañado de la vibrante banda Shengen Clan que, funcionando como un equipo, ha contribuido también a levantar la pista de baile con ritmos venidos directamente desde Jamaica.Como preludio, pasados pocos minutos de las diez de la noche, han sonado los primeros acordes de los Jahsta, mientras muchos asistentes se apresuraban a tomar posición en las gradas y, sobre todo, en la pista. Llegaban con ganas, pues la primera canción del grupo zaragozano fundado hace ya 27 años anunciaba lo que se avecinaba: Fiesta de Reggae.En los micros, Carlos Cartiel (Karty) y Javier Cerdán (Suizo), bien arropados por The Conscious Vibes Band, han conseguido enseguida poner a bailar al público los sones antillanos en los que son especialistas, haciendo más llevaderos los 15 grados a los que ya había bajado el entorno del embalse de Lanuza, donde se ubica el escenario de este singular festival.Hemos venido aquí para ser felices, pero la felicidad no es algo continuo, hay días en los que puedes estar jodido, meses, años; es algo cíclico. Así que si sabes de alguien que esté jodido, échale un cable, ha recomendado tras cantar Quiero ser feliz esta banda que ha pedido alejar los malos rollos, sobre todo, con lo bien que se está en el Pirineo.El vago, El mensaje, Vuelo, Niños del Guetto, Soledad, Positivo o su nuevo tema Fluir son algunas de las canciones que este grupo ha ofrecido a un público que tiene pocas oportunidades de verlos, pero que se ha mostrado, como es habitual, entregado a los Jahsta.Después de una hora y veinte minutos de concierto de la banda nacida en el barrio zaragozano del barrio del Actur, el escenario flotante, con el agua a sus pies todavía intacta, se ha preparado para recibir el reggae que predica Alborosie, desde Sicilia hasta Kingston, Jamaica.¿¡Cómo estás!?, ha preguntado al público al llegar al escenario con sus rastas que llegan casi hasta el suelo, gorra y gafas de sol, al son de uno de los temas de su nuevo álbum, Give it to them, con el que pedía: ¡Canta conmigo!.Alberto dAscola, quien está detrás de Alborosie, nació en la ciudad siciliana de Marsala. Una primera visita a Jamaica con Reggae National Tickets, grupo con el que alcanzó el éxito en su país en su juventud, bastó para que decidiera cambiar su isla natal por la caribeña.A partir de Rastafari Anthem, los asistentes se han ido soltado y desde la parte superior del escenario se podía observar cómo el músico ítalo-jamaicano lograba que el público de la escena se meciera casi al unísono en las estrofas y saltara en los estribillos.La garra de su potente banda ha arañado definitivamente con Viral, otro de los temas del disco que ha lanzado este año, en el que habla sobre la superficialidad de las redes sociales porque, como afirma, su reggae se relaciona con el presente.Durante el show no solo ha brillado Albo, como se le conoce cariñosamente, sino que también han tenido su cuota de protagonismo los dos vocalistas de la banda, la destacable sección de viento metal, con trombón y trompeta, su guitarrista y la bailarina que ha llevado el ritmo de Jamaica sobre el escenario de Lanuza.Alboroise también ha transitado en su show en Lanuza por los terrenos del dub y de otros subgéneros hijos de la tradición jamaicana, dejando claro el dominio del siciliano en los sonidos de su país adoptivo y su versatilidad como cantante.A lo largo de un concierto que se ha extendido algo más de una hora también ha homenajeado a uno de sus grandes ídolos, Bob Marley, y a un exquisito músico del reggae jamaicano, Gregory Isaacs, con Night nurse.Para el bis, el italiano ha guardado dos de sus mejores cartuchos, Herbalist, coreada por un público de manos alzadas, y Kingston Town, con decenas de móviles atentos a sus movimientos y a los de la bailarina de la banda.Para terminar, ha reservado Rock the dance hall, cuando ya el público estaba haciendo justamente eso: darlo todo en la pista de baile. Tocaba a Mr. Pendejo recoger el guante para una noche que fue lo que Jahsta había predicho a su comienzo: una fiesta de reggae.
