Silvia, una madrileña de 44 años que ha abierto el salón de su casa a auténticos desconocidos

Silvia, una madrileña de 44 años que ha abierto el salón de su casa a auténticos desconocidos

11/08/2023

Han pasado casi 10 años y ya ha dado de cenar a más de 4 mil personas. De un hobbie ha hecho su medio de vida
Silvia es la octava de nueve hermanos y recordaba con mucha nostalgia las largas tertulias en casa de sus padres que se alargaban hasta bien entrada la noche. Es por ello que un día decidió abrir el salón de su casa a auténticos desconocidos.En un séptimo, una vez al mes y con sus tres niños durmiendo en la habitación. Pequeños de apenas 3, 5 y 7 años que al principio de la noche ayudaban a Silvia y a su marido a recibir a los invitados. «Empecé en mi casa apoyada por mi marido y mis hijos. Nosotros ofrecíamos lo que teníamos que era nuestra casita. Allí hemos vivido infinidad de veladas maravillosas» cuenta Silvia.Hasta entonces, y lo compatibilizó durante dos años más, había trabajado en una editorial. Pero sus ganas de conocer caras nuevas, pasar una velada con un vino, una cena rica y escuchar las historias de vida de gente diversa le hizo abrir las puertas de su casa. «No me lo pensé, aunque mucha gente de mi entorno, como mi madre, no lo entendían».Siempre contó con el respaldo de Íñigo, su marido, un psicoterapeuta que con los años también lo ha dejado todo por este proyecto que en la pandemia tuvieron que cambiar.La pandemia lo cambió todoQuerían seguir con su proyecto, pero no podían seguir abriendo las puertas de su casa. La pandemia lo cambió todo. Pasaron a un local comercial, un bajo en el Barrio de la Guindalera. «Nuestro nuevo espacio está en la Calle Béjar en Madrid. Una zona maravillosa. Al llegar te sientes como en casa».Una vez al mes y por 60 euros, todo el que quiera probar la experiencia puede unirse a una de estas cenas. Ya sea como invitado o para aportar una experiencia de vida.Silvia, como buena anfitriona, insiste en que «somos las experiencias que hemos vivido y si lo ponemos en común en una velada nos va a enriquecer seguro».