María Alonso
María Alonso Granada acoge con optimismo y curiosidad la doble cumbre europea que se celebra desde este jueves en la ciudad, aunque algunos ciudadanos manifiestan tener más dudas que certezas respecto a qué se está celebrando exactamente y cómo afecta a la movilidad.Desde primera hora de la mañana, algunos curiosos se han acercado a las inmediaciones del Palacio de Congresos, una de las sedes, junto a la Alhambra, de este encuentro que reúne hasta el viernes a medio centenar de mandatarios, entre ellos 27 jefes de Gobierno de la Unión Europea.Algunos residentes tienen muy claro lo que sucede estos días en Granada: «Por supuesto que sé qué se está celebrando. Es la cumbre de la Unión Europea y vienen 50 mandatarios para debatir temas de inmigración, por ejemplo», ha aseverado a EFE una granadina de 65 años. Pero otros, por el contrario, han compartido sus dudas.»Sé que es una reunión de los presidentes de la Unión Europea, pero no tengo muy claro por qué vienen», ha reconocido un estudiante de la universidad al que le parece «una noticia muy positiva» que Granada acoja un evento «tan importante» aunque ha dicho que iba a llegar tarde a clase porque no sabía «aún» dónde estaba la parada de su autobús al haberla desplazado, al igual que otras, por el dispositivo de seguridad.Y es que Granada ha amanecido custodiada por más de 5.000 agentes patrullando las calles y controlando la ciudad por tierra y aire en el que es, según el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, el mayor despliegue de seguridad de los últimos años, solo superado por el diseñado para la cumbre de la OTAN en junio de 2022 en Madrid.Paciencia y resignación ante las restricciones al tráfico Con más resignación que alegría, una granadina que reside en una calle colindante al Palacio de Congresos -completamente amurallado por vallas, furgones de la Policía Nacional y custodiado por cientos de agentes en las calles y azoteas- ha relatado a EFE que para poder acceder a su vivienda tiene que mostrar el DNI a la Policía Nacional y, además, dar un rodeo.»Vivo justo detrás y tengo que estar rodeando para ir a mi casa porque está cortado. Enseño el DNI y me dejan pasar, pero estos días me he olvidado del coche y estoy yendo andando a todos sitios», ha indicado mientras sujetaba varias bolsas de la compra entre las manos.A unos 300 metros del Palacio de Congresos, la mayoría de padres del colegio público Genil han tenido que modificar su itinerario para llevar a sus hijos al centro educativo.Reunida junto a otros padres frente a la puerta, una madre que venía a pie ha lamentado que, aunque tenía conocimiento de que tendría que modificar su camino, no ha sido hasta esta mañana cuando ha sabido exactamente por qué calles debía ir. «Por lo menos han dejado que traigamos a los niños hasta las nueve y veinte», ha expresado.Los desplazamientos fuera de la capital granadina también se han visto afectados. El aeropuerto está cerrado para el tráfico aéreo comercial y hay carreteras que unen la ciudad con el área metropolitana cortadas.Algunos momentos de «caos» Un abuelo que reside en un edificio frente al Palacio de Congresos y lleva a su nieto a un colegio en Churriana, un pueblo situado a seis kilómetros de la capital, ha tardado más del doble de tiempo tanto para la ida como para la vuelta, algo que le ha «complicado algo» la mañana.Según ha expresado a EFE un conductor de autobús, ha habido ciertos momentos de «caos» en el centro de la ciudad por «los parones en el tráfico».Algunos trabajadores que debían acudir a la capital para trabajar han perdido la paciencia: «¡No puede ser, hombre!», ha increpado una conductora a un agente de la Policía Nacional que le ha impedido el acceso a una zona restringida.Una pareja de turistas que llegaron el miércoles a Granada se han mostrado algo decepcionados por no poder visitar la Alhambra, que permanece abierta solo para las visitas oficiales, y han explicado a EFE que no sabían que estaría cerrada. Un impulso para el sector turístico La ocupación hotelera de Granada rondará el 80 % durante la doble cita europea, con un completo en los hoteles de máxima categoría y menos reservas en hospedajes de otras categorías, según ha informado a EFE el presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Granada, Gregorio García.A pesar de las restricciones al tráfico, algunos de los locales más próximos al Palacio de Congresos han experimentado un aumento en el número de clientes.»Tenemos a nuestros habituales y, además, están viniendo muchos policías, periodistas y personal del palacio», ha indicado a EFE un camarero del restaurante «Sierra Nevada Gourmet».En cambio, algunos bares del centro de la ciudad, restringido al tráfico en varias zonas, han observado un cierto descenso en su clientela.»Noto el bar más tranquilo. Creo que ahora con la normativa la gente no está tan cómoda bajando al centro», ha comentado a EFE un trabajador del bar «Los Manueles». Pese a las restricciones a la movilidad, todas las persona consultadas por EFE han coincidido en la «oportunidad» que supone para Granada convertirse en la capital de la Unión Europea durante unos días.
