Piden una ayuda de 50 céntimos en un colegio de Murcia y la respuesta de un alumno no la esperaban
23/11/2023Ernesto cuenta en La Linterna la idea que surgió de una charla en la que les pidieron dinero pero él ofreció algo muy diferente
Ernesto es uno más de los alumnos de un colegio de un colegio de la localidad de Murcia. Tiene 17 años y, hace sólo unos días recibió una charla en el centro muy especial. Una en la que, entre otras cosas, unas mujeres pidieron ayuda económica a los jóvenes, concretamente 50 céntimos al menos, la voluntad de los menores que allí les escuchaban.Lo que no esperaban es que, para Ernesto, no fuera una charla más, si no que decidiese responder a esa petición de 50 céntimos con algo muy diferente: una propuesta que dejó de piedra a sus propios profesores. Él mismo cuenta en La Linterna lo mucho que le conmovió la charla y el propio director del programa, Ángel Expósito, contaba la respuesta de las ponentes.Piden 50 céntimos de ayudaEl cuarto voto de las Hermanitas de los Pobres es la hospitalidad. Desde el origen de la Congregación, en 1839, se dedican a cuidar y dar cobijo a ancianos pobres que no tienen un hogar o una familia. La Congregación está presente en 32 países. En España tienen 27 casas y en la de Murcia, como decías, acogen a más de 70 personas. Marie Jeanne es una de la hermanitas: “Nosotras cuidamos de ancianos pobres y en estos momentos tenemos a 72 ancianos y somos 10 hermanitas”.Marie Jeanne es de Kenia y vino a España hace 27 años. Como ellas no reciben subvenciones ni rentas fijas y son muy pocos los ancianos que tienen pensión, pensó que era una buena idea pasar por un colegio para contarle a los alumnos en qué consistía su misión. Además, pedía tímidamente a cada a alumno si podía ayudar con 50 céntimos. Lo que ella no sabía, era que entre esos alumnos estaba Ernesto:“Vinieron de sorpresa, no sabía de su visita, y nos explicaron lo que hacían, cómo se hicieron monjas y su situación actual. Fueron muy majas”, cuenta el joven en La Linterna.La respuesta de Ernesto que no esperabanA Ernesto le emocionó especialmente cuando contaron cómo eran los ancianos a los que cuidaban. Dice que hablaban de ellos con mucho amor y como algo recíproco, que ellas les cuidan pero que ellos también hacen lo que pueden y lo que saben para colaborar: “Algún anciano ayuda a poner la mesa o con trabajos manuales, algunos con su talento ayudan a la casa”, cuenta Marie Jeanne.En cuanto se fueron de la clase comenzaron a hacer una lluvia de ideas para ver cómo podían ayudar. Ernesto tiene una impresora 3D y se le ocurrió hacer unos moldes: “Cuando se fueron nos dio un poco de pena, porque nos pidieron 50 céntimos nada más. Decidimos buscar una forma de ayudarlas, algo que pudiéramos vender. En ese momento yo dije que podía hacer moldes de lo que fuera, en general. Hablando con los profesores hablamos de hacer moldes de cruces, y ya la podemos utilizar para todo”, asegura a Expósito.La visita fue el viernes pasado. Estamos a miércoles y ya tiene hechos los primeros prototipos. Todavía están decidiendo cuál va a ser la finalidad exacta de esos moldes y cuál va a ser la mejor forma de venderlos, pero lo que sí tiene claro es que ha comenzado un proyecto con el que quiere ayudar mucho: “Con mi impresora 3D me puse a amoldar rápidamente y estamos haciendo ya pruebas para ver qué tal queda”, responde contento.»Contentos» con la idea de ErnestoMoldes de arcilla o galletas. La cuestión, como dice el alumno, es ayudar. Ernesto tiene 17 años y forma parte de un programa específico de la Fundación Alma Matter: el UCAM Talent LAB, por eso ya estaba familiarizado con usar esta impresora, porque en el programa, dedicado a niños de altas capacidades, impulsan proyectos muy chulos: “Yo la impresora la tengo desde hace un año y medio, inicialmente para mis propios proyectos, como una mano robótica. Es una herramienta muy cómoda en tu día a día. Cualquier cosa que se rompa y “pam”, ya tienes la pieza”.En la residencia están muy contentos con el proyecto de Ernesto. Ver cómo un chico de 17 años y los compañeros de su clase están haciendo todo lo posible por ayudarles les ha emocionado. Lucía es una de las enfermeras de la residencia y destaca la importancia que tienen este tipo de iniciativas, también los voluntariados y cualquier otro tipo de ayuda:“Nos encanta cuando se hacen actividades de voluntariado, porque nos encanta el contacto directo con los ancianos. Nos emociona mucho el proyecto de Ernesto, cosicas que a ellos, que no tienen familia y están muy solas, les hace un mundo”.Las Hermanitas de los Pobres de Murcia necesitan ayuda para pagar la calefacción, para comprar comida o para seguir desempeñando su labor pedían 50 céntimos en el colegio. Por eso, un chaval de 17 años del UCAM Talent LAB, con su impresora 3D, está impulsando un proyecto para ayudarles.
