Un grupo de niños en nombre del pueblo palestino pide detener el «genocidio» en Gaza

Un pequeño grupo de niños en representación del pueblo palestino, algunos con peluches y palabras como «paz» pintadas en la cara, se ha concentrado en Madrid este sábado junto a casi medio centenar de adultos, para concienciar del «genocidio» de la población civil en Gaza y especialmente contra la infancia.
Un pequeño grupo de niños en representación del pueblo palestino, algunos con peluches y palabras como «paz» pintadas en la cara, se ha concentrado en Madrid este sábado junto a casi medio centenar de adultos, para concienciar del «genocidio» de la población civil en Gaza y especialmente contra la infancia.La protesta frente a las puertas del Congreso de los Diputados está apoyada por colectivos como la Asociación Hispanopalestina, la Asociación Amistad con el pueblo palestino y otros activistas en defensa de Palestina, según ha explicado a EFE como portavoz de los convocantes Eisa Alsoweis, quien ha agradecido al Gobierno español su firme defensa contra «el genocidio» al pueblo palestino.Entre las pancartas que sujetaban los críos en la concentración, apenas una decena en total y algunos de muy corta edad, una de ellas decía: «Mi muñeca para los niños de Gaza. Somos ángeles. No nos matéis con bombas».En otra se leía: «En apoyo a l@s niñ@s palestin@s», acompañadas las palabras por dibujos en color pastel de figuras de peluches, críos y personajes de cuentos infantiles, sacudidos por el terror del impacto de tirachinas y otros artefactos. En paralelo, un pequeño concierto con dos violines y otro par de instrumentos de cuerda y varias personas cantando ha servido para interpretar el himno de Palestina, que ha concluido con los gritos de varias personas reclamando protección para el pueblo palestino.Delante de los concentrados, sobre el suelo, junto a banderas palestinas se veía un cartel que decía: «parar el genocidio. Palestina libre». Y junto a ese mensaje, la ilustración de una niña sollozando con unos dedos que intentan tapar su rostro frente al dolor de contemplar varios edificios en ruinas».