El Tribunal Supremo ha condenado este lunes a 13 de prisión al ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras por los delitos de sedición en concurso medial con malversación de caudales públicos, así como a 13 años de inhabilitación absoluta.
A Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa, 12 años de prisión y 12 de inhabilitación, también por los mismos delitos. A Carme Forcadell, 11 años y seis meses, a Joaquim Forn y Josep Rull, 10 años y seis meses, y a los Jordis, nueve años.
En cuanto a Santi Villa, Meritxell Borràs y Carles Mundó, 10 meses de multa y un año y ocho meses de inhabilitación.
La sentencia pone fin a dos años de proceso judicial que arrancaron el 16 de octubre de 2017 con el encarcelamiento de los líderes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultura, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Dos semanas después, la Fiscalía General del Estado se querelló contra todo el Gobierno de Carles Puigdemont y los miembros de la Mesa del Parlament que habían permitido que se votara la declaración unilateral de independencia el 27 de octubre. El entonces president y cinco exconsellers huyeron de España y la Audiencia Nacional encarceló a Junqueras y otros seis miembros del Govern.
El Tribunal Supremo acabó asumiendo el caso y en febrero pasado sentó en el banquillo a 12 líderes independentistas, nueve de ellos en prisión preventiva: Junqueras, Sànchez, Cuixart, los exconsejeros Dolors Bassa, Joaquim Forn, Raül Romeva, Jordi Turull y Josep Rull, y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell. Cada dia eran trasladados al Supremo desde las cárceles de Soto del Real (los hombres) y Alcalá Meco (las mujeres) y devueltos a sus celdas al terminar la jornada. El Supremo rechazó todas las peticiones de libertad que formularon sus defensas antes y durante el juicio, pero, también, las presentadas después, lo que hace prever que la sentencia contemplará penas de prisión para ellos.
El juicio se prolongó durante 52 sesiones de mañana y tarde repartidas en cuatro meses y fue íntegramente retransmitido por internet a través de la web del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El streaming de la página web del Consejo registró más de un millón de accesos y 171.00 usuarios distintos. El protagonista de la sesión más vista fue el exjefe de los Mossos Josep Lluís Trapero, que ensayó en este juicio el interrogatorio al que se someterá como acusado de rebelión en enero próximo en la Audiencia Nacional y se desmarcó del plan del Govern para declarar la independencia. La credibilidad que dé la sentencia del Supremo a la declaración de Trapero será una de las claves de la sentencia, de la que será ponente Manuel Marchena, el presidente de la Sala de lo Penal y del tribunal de siete magistrados que juzgó a los líderes del procés.
La sala ha buscado un fallo unánime, sin votos particulares que puedan abrir la puerta a cuestionar la decisión mayoritaria.
Las sentencias del Supremo son firmes, pero las defensas de los procesados ya han anunciado que agotarán las dos únicas vías posibles para revisar la decisión: un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por vulneración de derechos fundamentales y la impugnación ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo.
