Benito Taibo: «Para que los niños lean, hay que recurrir a los trucos más sucios»

Benito Taibo: «Para que los niños lean, hay que recurrir a los trucos más sucios»

10/05/2023

El escritor mexicano Benito Taibo asegura que, para que los niños y jóvenes adopten el hábito de la lectura, «hay que recurrir a los trucos más sucios, engañarlos y utilizar trampas», pero rechaza las lecturas obligatorias, que «destruyeron muchas generaciones» de lectores.
El escritor mexicano Benito Taibo asegura que, para que los niños y jóvenes adopten el hábito de la lectura, «hay que recurrir a los trucos más sucios, engañarlos y utilizar trampas», pero rechaza las lecturas obligatorias, que «destruyeron muchas generaciones» de lectores.»Estás leyendo y a tu lado, el niño con el teléfono en la mano, y de repente sueltas una carcajada», ha aconsejado Taibo este miércoles en Málaga durante su intervención en Verdial, la Fiesta de las Letras y la Cultura Iberoamericana.Otra posibilidad es decirle al niño: «¿Ves este libro? No lo puedes coger, no es para ti», y ponerlo «en la parte más alta de la biblioteca», añade el escritor.En su caso, su vida de lector es «compleja, azarosa y llena de saltos», porque pasó «del siglo XIX al boom latinoamericano», pero Taibo sostiene que «no importa por dónde se empiece a leer, porque tarde o temprano se acabará cayendo en Cortázar, todos los caminos llevan a él».En su opinión, en los últimos años se han producido «dos fenómenos radicales para la transformación de este odio» a la lectura, el primero de ellos en Youtube.»De repente, a finales de 2010, aparecieron unos jóvenes de 16 o 17 años, sobre todo de Monterrey, que aparecían frente a la cámara, decían que habían leído por ejemplo ‘Oliver Twist’ y que les había parecido una joya».Taibo cree que esos jóvenes «dieron en el blanco, por la utilización de las plataformas digitales, a las que las nuevas generaciones están mucho más acostumbradas, y se convirtió en un fenómeno».»Gracias a esos chicos que les hablaban de tú a tú, hubo un momento de quiebre en el que los chicos empezaron a leer por gusto y no por obligación».Otro fenómeno se produjo durante la pandemia gracias a las redes sociales, donde se crearon clubes de lectura «a los que se conectaban quinientas personas que leían un libro y hablaban contigo», algo que permitía «el encierro prolongado» y en lo que los chicos jóvenes «encontraron una tabla de salvación».Pero «todo empezó con san Harry Potter, el gran fomentador de la lectura entre los chicos de 10 o 12 años que se leían tomos de ochocientas páginas».»Eso les abrió el camino hacia la fantasía. Algunos tuvieron muy buena suerte y llegaron a la fantasía de los 50 o los 60, y otros tuvieron menos suerte y llegaron a ‘Crepúsculo’, porque no concibo un hombre lobo lampiño, que me parece una imbecilidad, pero estos también terminarán llegando a Cortázar», ha dicho.Cuando se le pregunta por la inteligencia artificial, responde que tiene la «impresión» de que «le falta la pasión humana», y no cree «que sepa mentir».»Mientras no mienta, tenemos esa enorme ventaja sobre ella. No la he probado, porque me da un montón de miedo, pero siento que voy a hacerlo», ha concluido.